PRÓXIMAMENTE

¿Dios castiga, si o no?

jueves, 26 de marzo de 2020

¿La gente se vuelve mejor?

   Buenos días. Hoy es el 12º día de Estado de Alarma en España, y hace dos días que no escribo, prueba de que el tiempo pasa más rápido de lo que pensamos a veces. Y debemos llegar no hasta el 15º sino al 30º como mínimo, y sin Eucaristía por decisión de mi Diócesis. Para mí es un tiempo perdido en ese sentido, porque podría haber dado muchos frutos, incluso de conversión, haber dejado la posibilidad de seguir orando y celebrando al menos el domingo en la Iglesia. Recuerdo que el Real Decreto, no lo prohibía.
   La experiencia en nuestro caso es que en estos doce días, prácticamente nadie se ha interesado por nosotros. Quitando la conversación diaria con mi madre por teléfono, y algún caso aislado, por ejemplo, un hermano de una de mis cofradías, me preguntó en los primeros días si estábamos bien. Mi hermana, una vez en doce días. Ni los sacerdotes que conozco, ni muchos de los católicos que he conocido o conozco a lo largo de los años se ha dirigido a nosotros.
A la familia segunda, no la menciono, porque es lógico que cuando no se tiene comunicación casi nunca, ahora tampoco, aunque eso refuerza mi creencia de que la pandemia no está actuando en ciertas áreas tampoco.
  Una persona incluso me ha traicionado y me ha estafado más de 300 euros hace unos días. Podía haberlo hecho en otro momento, pero no, lo ha hecho durante la pandemia.
  Por redes sociales, unas dos personas se han interesado por nosotros, una o más veces, si leen esto sabrán quienes son.
  Lo que yo he hecho en estos días, lo sabe Dios, y no lo voy a contar aquí, sólo resalto la idea de que yo no he percibido que la gente se vueva mejor por la pandemia, lo cual me hace temer, que cuando pase todo, la vida seguirá igual en lo que a esto respecta. El que hacía el mal, lo seguirá haciendo, el indiferente seguirá siéndolo, y el atento, seguirá siendo atento.

lunes, 23 de marzo de 2020

Y pasó un nuevo día. Dejando claros conceptos.

   No es bueno estar demasiado pendientes de tantas noticias sobre la crisis del coronavirus. No es sano para la mente y para nuestro ánimo, por eso, es mejor dedicarse la mayor parte del tiempo del día a hacer tareas o incluso entretenerse con algo de ocio.
   Si puedes tener un espacio diario para rezar, pues eso sería lo mejor, tal vez leer la Palabra de Dios, la Biblia. En ella podemos encontrar muchas respuestas que el mundo no sabrá nunca dar.
  La verdad, físicamente me siento hoy más cansado, paso muchas horas sentado en el ordenador o en el sofá. No hay demasiada opción, ya que el caminar de manera normal no se puede.
  Si salimos de esta sanos, habrá que ponerse en forma otra vez, porque el cuerpo necesita el movimiento y al aire, y el sol.

Un nuevo día - ilusión

   Mi estado espiritual ahora mismo es de una gran ilusión y optimismo. Ganas de trabajar en mis tareas. El despertar no fue bueno, porque me llevé dos decepciones con dos personas, pero he tomado decisiones harán que esos obstáculos en mi camino sean anécdotas.
  Tengo la determinación de no dejar que las circunstancias puedan hacerme caer en el desánimo. Ni las personas traidoras ni las personas desagradecidas, pueden modificar mi camino que está trazado ya sólo para avanzar.
   Con la espada, derrotaré a los enemigos si Dios me da su favor. Me siento firme en la fe, y tranquilo de hacer lo que creo que tengo que hacer. No permito que nadie me siembre la cizaña de la duda, o la semilla del pánico o el temor. Dios está al frente, y soy soldado de Cristo, nada temo, porque su vara y su cayado me guían y me reconforta en medio de la tempestad. Bendito sea Dios por siempre.

domingo, 22 de marzo de 2020

Misa en casa...4º domingo de Cuaresma.

4º Domingo de Cuaresma, marcada por la pandemia del coronavirus que ha parado nuestras vidas normales. En mi Diócesis las misas quedaron suspendidas hace ya una semana.
   La solución que hemos adoptado en mi casa, es "activar" la iglesia doméstica, realizando una celebración de la Palabra, siguiendo la Liturgia lo más fiel posible, incluyendo acto penitencial, profesión de fe, preces, etc. Después de las lecturas, he realizado una pequeña reflexión de las mismas. Hemos realizado la comunión espiritualmente, rito de la paz.
  Hemos sido realmente conscientes de que el Señor se ha hecho presente entre nosotros, por medio de dos signos que han sido la paz y el gozo.

«Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». (Mt, 18,20)


sábado, 21 de marzo de 2020

Sábado, más coronavirus y un poco de indignación.

   Los errores de las personas se pagan. Los errores personales tienen siempre un precio. Si un hombre fumador se daña los pulmones con años sin parar de fumar, y luego surge una enfermedad en ellos, será su responsabilidad, y tendrá un precio que pagar. Y en el caso del tabaco, las autoridades sanitarias lo llevan advirtiendo muchos años. Saltarse las advertencias es nuestra responsabilidad.
  Esto me lleva a sentirme un poco indignado al conocer que la gestión de esta crisis del coronavirus por parte del gobierno, ha sido muy mala desde el principio. Y está costando vidas humanas. Más de 1.000 en España, es una auténtica tragedia, que ha dejado pequeño aquel nefasto día del 11 de Marzo de 2004 en Madrid.
  Es una verdadera pena. No se puede saber como lo hubieran gestionado otras personas, pero lo que tengo bastante claro es que aquí el coronavirus no ha sorprendido de repente, ya que se conocía desde finales de Enero, sino que no se actuó con la contundencia necesaria, por un exceso de confianza, no veo otra explicación. Cuando se han tomado las primeras medidas, ya se habían cometido actos totalmente irresponsables, y las decisiones drásticas no eran ni consideradas.
  Reconozco que mi ánimo a esta hora de la noche ya, está mezclado con unas emociones de rabia e indignación contra el Gobierno de España, y especialmente ciertos personajes nefastos.
  De nuevo es una necesidad imperiosa de volcar la frustración en el único que puede dar alivio en estos momentos. Dios nuestro Señor.


Estado de Alarma. Coronavirus 7º día.


  Hoy me he despertado algo más tarde. Los sábados suelo hacerlo, sobre las 8 de la mañana. Otra canción he oído en mi mente aún en la cama, se trataba de "Salve Regina". Sentí una gran paz, pero como me hice el remolón en la cama, creo que esa paz la he perdido después.



  Eso me recuerda que debemos ser obedientes y disciplinados, y aprovechar las ocasiones y el tiempo que nos toca vivir de manera correcta.

viernes, 20 de marzo de 2020

El coronavirus avanza

   Me encamino a finalizar un nuevo día en el que quiero ser consciente que he vivido por pura gracia de Dios. Como muchos, hoy no he bajado a la calle para nada. Hay comida en la despensa. En lo económico la cosa no va bien, pero son muchos los que están hoy en esta situación, así que no voy a quejarme, porque tengo un techo y tengo comida, y algún pequeño lujo para muchos otros que tienen menos. Dios me bendijo, y en este punto de mi vida, sólo puedo y quiero dar gracias.
   Hoy me has bendecido Señor con la posibilidad de ayudar a alguien, de interesarme por los prójimos y compartir aunque sea gracias a la tecnología, y además he podido alegrarme al ver el buen corazón de alguien que quiso tener caridad con mi casa, y la tuvo.
  Lo que me gustaría es rezar más, que para eso estamos en cuaresma, y hoy al levantarme había olvidado que era viernes de cuaresma.
  Somos frágiles, pero se que todo esto que ocurre es para bien de aquellos que amas. Por cierto, he visto también la frivolidad de los que siguen cegados difamando a la Iglesia, diciendo que creen en Dios. Pobres, que no saben que la Iglesia la fundaste tú. Y el mañana sólo está en tus manos.